
Dos parejas con niños, muy amigos, decidieron irse a vivir a una urbanización a las afueras de Madrid. Dos viviendas de tipo medio, unos 150m2 construidos en parcelas de unos 1500 m2, que, aunque en principio tenían un programa muy parecido, al final suponían dos conceptos distintos de vivienda y, además, ubicados en dos parcelas que, aunque contiguas, tenían características muy diferentes.
La vivienda 1, en una parcela alargada con dos lados definidos por carretera, un programa compacto en una planta y el vacío central de la cubierta como espacio multiuso. Una planta cuadrada cerrada con fábrica de ladrillo visto y con cubierta a cuatro aguas, insertada en un rectángulo. Uso de porche de entrada a un lado y estancia al otro, de cubierta plana y semi-abierta de viguetas sostenida por columnas perimetrales, todo ello en hormigón armado visto.
El juego de la diagonal en la planta unifica ambos espacios y remata hacia el sur, con la escalera exterior de acceso al semisótano.

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